miércoles, 18 de febrero de 2009

Libertades a medias

C.Marchelly Funes

Durante 20 años nos han hablado de la libertad como slogan de nación, pero que pasa cuando un grupo de jóvenes se pronuncia en un lugar determinado en señal de descontento por las políticas impulsadas por el gobierno en curso. Estos son nombrados terroristas o desestabilizadores de las libertades de las que goza el país.

Es decir, la libertad no puede ser acuñada al partido de izquierda ni a sus simpatizantes. Ni siquiera es permitido que estos muestren en público sus preferencias partidarias como en el caso de Cinquera. En el que se acusa a la dirigencia del FMLN y al cuerpo de docentes del municipio de manipular a niños y jóvenes con finalidades partidistas. Como si nuestros jóvenes fueran ganados al que se arrastra o, peor aún, se ve a los jóvenes como incapaces de mostrar su descontento ante la crisis en que viven sus familias.

En otras palabras, todos debemos de pensar, sentir y vivir como ellos. No existe tolerancia para la disconformidad, ni para la diferencia. Es así como se explica que figuras públicas salgan condenando el actuar de jóvenes y simpatizantes de la izquierda, por la sencilla razón de que ese mismo día llegó a visitar la localidad el candidato de ARENA, Rodrigo Ávila y éstos jóvenes no salieron a su encuentro con pitos y tambores.

Este hecho ocurre en un ambiente electoral tenso y, por cierto, los únicos responsables de estas tensiones son las cúpulas de los dos partidos en contienda y de los grandes medios, que sobredimensionan las hechos y siguen la línea del partido oficial, en vez de aportar prudencia al asunto. Responsabilizar al FMLN es vieja estrategia, la misma que utilizaron para desviar la atención en los asesinatos perpetrados por los escuadrones de la muerte.

Si ARENA tuviese un discurso más actualizado no tendría que recurrir a una campaña con narraciones de los años 80, con altos contenidos desfavorables para el FMLN y favorables para ARENA.

Lo que en verdad merece la atención mediática y requiere al menos una sanción ética son aquellas organizaciones vinculadas a ARENA que atemorizan a la población más vulnerable (población de escasos recursos y con bajos o escasos niveles de educación) diciendo que perderán sus empleos, las libertades que tienen y que se retrocederá el desarrollo del país si gana la izquierda este 15 de marzo. Y todo para pedirles el voto a favor de ARENA. Y como si esto no fuera suficiente pasan Spot televisivos con testimoniales de hermanos nicaragüenses que se consideran víctimas del gobierno de Daniel Ortega. Entre advertencias y lamentos, han contribuido a fomentar el miedo y la incertidumbre en la población. Tal y como lo hicieran para la campaña presidencial de 2004.

El bombardeo más fuerte que tiene ARENA es decirle a las salvadoreñas y salvadoreños que les será arrebatada su libertad y el mayor temor de la población ingenua es perder esa libertad. No obstante, la intolerancia de ARENA a las protestas y manifestaciones ciudadanas es una negación directa de esa libertad de la que tanto nos hablan. Amenazar al gremio de docentes de los centros educativos de Cinquera para intimidarles a responsabilizarse de manipular a los estudiantes bajo la dirección del FMLN son actitudes dictatoriales que atentan contra la libertad de expresión y de asociación de los salvadoreños y que no distan en nada de los regímenes que dicen aborrecer estos amantes de la libertad.

Si Mauricio Funes y el FMLN fueran una amenaza para la libertad, tal como ellos lo aseguran, ARENA también lo es y tal vez más porque ellos controlan el aparato estatal desde hace 20 años. Además, recordemos quiénes fueron sus fundadores y de qué fueron acusados…

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