jueves, 23 de julio de 2009

Necesidad de un nuevo sistema tributario

Luis Armando González (*)

Hay un consenso acerca de la precariedad casi absoluta de las finanzas públicas

En otros graves problemas que enfrenta nuestro país en estos momentos, destacan los económicos que urgen ser planteados y discutidos con la mayor profundidad y seriedad. En lo inmediato, está el delicado tema de las finanzas públicas que deben ser fortalecidas cuanto antes, pues de eso depende no sólo el aporte que el Estado pueda dar al desarrollo económico, sino la atención estatal a las demandas sociales más urgentes –las derivadas del impacto de la crisis y las que de carácter más estructural, previas a la crisis—.

Todo parece indicar que hay una especie de consenso acerca de la precariedad casi absoluta de las finanzas públicas. Más aún, parece haber consenso acerca de la necesidad de hacer algo al respecto. Las posturas discordantes surgen cuando se plantea el asunto de las responsabilidades –es decir, cuando se hace la pregunta: ¿por qué quebraron las finanzas públicas?— y cuando se lanza al ruedo la propuesta de crear un nuevo sistema tributario.

Lo primero no es bien visto por quienes, de una u otra manera, están vinculados a ARENA. Saben que un debate sobre la responsabilidad en la situación crítica de las finanzas públicas apuntaría irremediablemente a la gestión de gobierno realizada por ese partido.

Ahora bien, discutir sobre esa responsabilidad es de primera importancia porque las administraciones de ARENA no sólo no cuidaron la salud financiera del Estado, sino que toleraron los malos manejos de los recursos públicos. En ese sentido, la rendición de cuentas se impone como una exigencia ética, política y jurídica irrenunciable.

Lo segundo –la discusión de un nuevo sistema tributario— no es bien recibido por algunos sectores vinculados a ARENA porque enseguida ven en el horizonte la posibilidad de que ese nuevo sistema sea de carácter progresivo. Están satisfechos con el existente –que es de carácter regresivo— porque, después de todo, las ganancias de las grandes empresas están a salvo. No entienden que la única manera de rescatar al Estado de la quiebra financiera en que lo dejaron las administraciones de ARENA y de alcanzar una verdadera justicia tributaria es cambiando el sistema vigente.

Es imposible que el Estado salvadoreño pueda cumplir sus compromisos sociales, de inversión pública y de endeudamiento si no cuenta la solidez financiera suficiente. Y esta sólo podrá lograrse con un sistema tributario sostenido no por las clases medias y los sectores populares, sino por los ricos más ricos de El Salvador.

(*) Politólogo

1 comentario:

  1. ESTAMOS ESPERANDO QUE EL NUEVO GOBIERNO MODIFIQUE EL SISTEMA DE RECAUDACION PERO ENFOCADO A QUE LOS QUE EVADEN, O ELUDEN, O CONTRABANDEAN, PARA PONERLO EN PALABRAS DE A CENTAVO, PAGUEN SUS IMPUESTOS.

    SIGNIFICA QUE NECESITAMOS QUE SE MEJORE EL SISTEMA DE RECAUDACION ACTUAL. FUE PARTE DEL COMPROMISO DE CAMPAÑA Y AUNQUE NO LO FUERA, DE AHÍ DEPENDE LA SUPERVIVENCIA DEL PAIS.

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