miércoles, 29 de julio de 2009

ARENA está en campaña

Luis Armando González*

La realidad suele presentar sus datos –a quien quiera verlos y hacerse cargo de ellos— de forma evidente y dura. En nuestro país, datos de la realidad son la precariedad socio-económica en la que vive la mayor parte de la población; los elevados niveles de violencia criminal; la vulnerabilidad medioambiental; la situación de abandono de niños, niñas y jóvenes; las dificultades de todo tipo para que los sectores sociales pobres puedan acceder a niveles mínimos de salud, vivienda y educación.

Otro dato duro y evidente es que ARENA está en campaña con miras a las elecciones legislativas y municipales de 2012, y presidenciales de 2014. ¿Cómo es que ARENA –se preguntarán algunos y algunas—, pese a la gravedad de los problemas de El Salvador, está pensando en las próximas elecciones?

La respuesta es simple: a ARENA no le interesan ni los problemas del país ni su solución. Más aún, en ARENA están dispuestos a usar esos problemas para promocionarse políticamente, intentando debilitar el proyecto de gobierno de Mauricio Funes y el FMLN. Así, con la mirada puesta en el 2012 y el 2014, desde ese partido –y con el apoyo de los medios de derecha— se están explotando, de momento, los temas de la seguridad pública y de la pandemia causada por el virus A H1N1.

La estrategia de ARENA apunta a poner de manifiesto una crisis de liderazgo en el país, la cual se estaría revelando en el presunto fracaso del gobierno de izquierda –y concretamente, del presidente Funes— en responder eficazmente tanto a la grave situación de inseguridad como al impacto de la gripe causada por el virus AH1N1.

Las voces más recalcitrantes, viscerales y virulentas del partido de derecha han comenzado a propagar la tesis de la falta de liderazgo. Es una tesis de campaña, que se seguramente se seguirá escuchando de aquí en adelante. Para afianzarla en el imaginario colectivo, se usarán todos recursos que ARENA suele utilizar en sus campañas: argumentos, imágenes, estribillos, apoyos “técnicos” y alardes de fuerza en el discurso público.

La izquierda en el gobierno no puede ser ajena a los datos de la realidad. Por ahora, está dando señales evidentes de estarse haciendo cargo de los datos que hablan de la precariedad socioeconómica que afecta a la mayor parte de la población –que es, por ello, víctima de la violencia y foco de irradiación de enfermedades de origen viral—.

La izquierda debe hacerse cargo también de ese otro dato: la campaña de ARENA. Y ello no para entrar en su misma lógica –la de usar los problemas sociales con fines exclusivamente políticos—, sino para ser consciente de que sus tareas de gobierno no pueden separarse de sus aspiraciones por consolidar un proyecto político de largo plazo. Es decir, el FMLN y el gobierno de Mauricio Funes, sin descuidar sus responsabilidades inmediatas, no deben perder de vista el horizonte de mediano y largo plazo. Y en ese horizonte las elecciones de 2012 y 2014 ocupan un lugar indiscutible.

Eso sí, el FMLN y el gobierno de Funes deben cuidarse de no caer en la trampa de ARENA, que consiste en forzar al gobierno de izquierda a agotarse en un esfuerzo de campaña que contrarreste las arremetidas de la derecha. Definitivamente, el FMLN y Mauricio Funes no pueden (ni tienen que) gastar sus energías –energías que deben ser usadas en resolver los problemas nacionales más urgentes— en una campaña ciertamente irresponsable e inoportuna.

Politólgo(*)

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